Hoy domingo 27 de Septiembre me desperté y fui a almorzar a un resto que queda cerca de mi hogar (no de mi casa) en San Nicolás. El evento era un almuerzo familiar y las ganas eran de PASTAS.
Savelli Ristorante fue el lugar elegido.
Después de escuchar el vino elegido por los primeros llegados (Santa Julia Cabernet Sauvignon 08) me decidí por elegir pastas. El frío acompaño y ayudo mucho en la elección.
Frente a mi encontré un cuenco con manteca saborizada con una muestra de lo último de queso azul que quedaba en la cocina al parecer. En boca la manteca era predominante y el queso era solo una “sugerencia”.
Unos 15 o 20 minutos después de hacer el pedido llego el plato principal solicitado. En mi caso: Ravioles de acelga y pollo en salsa parisienne.
Generosa la porción y a buena temperatura. Buena consistencia alguno de los ravioles (dado que algunos estaban mas sobrecocidos que otros), buena la salsa/ crema con jamón, champiñones y pollo. Excelente para sobreponerse al frío.
El Cabernet de Zuccardi no fue tan malo como creía y no se contrarrestó demasiado con el plato elegido.
Una vez retirado el servicio se paso al postre donde mi debilidad por el Tiramisú ganó, una vez más. Era una presentación estilo torta y no en copa como en algunos otros establecimientos. Decorado con salsa de chocolate y una cereza. Noté en boca una temperatura inusual. Demasiado frío. Y al llegar al centro lo corroboré…la crema central estaba congelada. A los muchachos se les fue la mano con el freezado. Una lastima porque, tanto la presentación como el sabor, eran los esperados.
Servicio, ambientación y demás es excelente.
